lunes, 30 de abril de 2012

Artículo de opinión sobre medicación y trastornos emocionales y de la conducta en la adolescencia en personas con SA-TEA.

Artículo de opinión sobre medicación y trastornos emocionales y de la conducta en la adolescencia en personas con SA-TEA.
Para invitara  la reflexión y el debate, pues no hay dos casos iguales, reproducimos la NOTA publicada por Mª Ángeles Guzmán en Facebook; como padres y madres debemos preguntarnos de forma responsable lo que es mejor para nuestros hijos. Sabemos que no hay medicación para los trastornos del espectro autista, pues no son una enfermedad, pero sí tienen COMORBILIDAD, esto es, desórdenes asociados, como pueden ser la ansiedad, la depresión, o incluso trastornos obsesivos compulsivos y otros.

Cualquier medicación siempre debe ser supervisada muy de cerca por el médico especialista (no generalista) y su administración y posología revisada a corto plazo.

Nota publicada en la página de Facebook por AUTISMO, OTRA FORMA DE MIRAR.


de AUTISMO, OTRA FORMA DE MIRAR, el sábado, 4 de febrero de 2012 

La tensión emocional que sufren las personas con  Autismo, sobre todo a partir de la adolescencia.

He encontrado poca información sobre este tema. Es mucho más común hablar del estrés crónico, ansiedad, depresión, que sufrimos los familiares, especialmente las madres... Es lógico, nosotros sí podemos verbalizar de forma adecuada qué es lo que sentimos. Nuestro nivel de tensión emocional es enorme.

Pero... ¿y  el que comienzan a padecer nuestros hijos en la adolescencia? Unos antes y otros después, a partir más o menos de los 14, 15 años... De esa ENORME TENSIÓN QUE SUFREN, SE HABLA POCO, pero nosotras las madres y los padres PODRÍAMOS ESCRIBIR UN LIBRO O UN DOSSIER.

Para empezar NI LOS PSQUIATRAS SABEN DECIRTE sobre el  PORQUÉ SE DAN ESOS  SÍNTOMAS DE TENSIÓN EMOCIONAL, ni siquiera han sabido detectar cuándo mi hijo estaba pasando por una DEPRESIÓN, comprendo que ellos no la manifiestan de la misma forma que nosotros, por lo que dije antes, porque no pueden o les cuesta muchísimo COMUNICAR SUS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS.

Sólo sé que hace unos años a mi hijo se le comenzó a disparar la ansiedad... Primero EN LA SECUNDARIA. ¿LOS SÍNTOMAS?  Mordida de uñas, nudillos, en la palma de la mano,  pensamientos repetitivos negativos, que tenían que ver con su desarrollo y su relación respecto al de sus compañeros: ellos iban cambiando aceleradamente; con o sin intención le gastaban bromas, nuestros hijos nos las entienden y no las toleran bien, así como la frustración. Y desde luego se le trabajaba a nivel terapéutico pero la ira, la rabia se le disparaba... ¿Y CUÁLES SON LOS REMEDIOS que nos dan en salud mental? Antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos (sedantes). Luego he leído por ahí  algunos extremadamente divertidos sobre la influencia de los cristales de cuarzo en la paz interior (ver para creer) de las personas con Asperger y Autismo de buen rendimiento.

Desde luego respecto a la medicación, aunque sea difícil aceptar que durante la infancia no la haya necesitado, es mejor ASUMIR CUANTO ANTES que será lo mejor para combatir todos estos síntomas que SI NO LA TOMARAN LO PASARÍAN MUY MAL...Es tan doloroso verles sufrir y pedirte a veces con gritos:"¡Mamá necesito ayuda!, ¿qué me pasa?"... Esto el que lo diga con palabras, porque si no lo dicen, se produce el golpe en la pared, la mordida de mano, la autolesión en definitiva. 
LA TERAPIA DE GRUPO  también puede funcionar en algunos casos, (aunque ellos no generalizan lo que aprenden, ya lo sabemos),  pero el impulso, el pensamiento negativo, la frase repetitiva, la agresividad no la frena nada como no sea la medicación. Pero… ¡ojo!... hay que irla revisando periódicamente con su médico psiquiatra.

 Este es un tema bastante serio. Muchas personas con  Autismo de buen rendimiento deben de afrontar cada día importantes retos que para los demás son difíciles en principio hasta su adaptación, pero el PROBLEMA PARA NUESTROS HIJOS ES QUE NUESTRA FORMA DE VIDA Y DE RELACIÓN NO ES CÓMO LA SUYA, PARA ELLOS ES UN RETO DIARIO: asistir a clases, ir a un centro comercial...todo lo que suponga algo que sale de su rutina... POR LO TANTO TIENEN MÁS MÉRITO.

Los hermanos, un referente.
Mientras son pequeños y están rodeados de hermanos, familia...no hay problema, pero cuando sus hermanos dan el "salto" a una vida más autónoma respecto de los padres, ya salen solos y con amigos, el hijo-a afectado comprueba que él no lo hace, tampoco le gusta salir sin un plan ordenado... Pero lo cierto es que se quedan sin ése, ésos referentes que le acompañaban a todas partes en su infancia.

En un alerta constante.
Aunque las conductas de una persona con Autismo de buen rendimiento no son exactamente iguales, sí presentan bastantes rasgos comunes a partir de la adolescencia y juventud.

Es habitual que en esta etapa se encuentren en un estado de preocupación constante, en una alerta continua y esto es devastador emocionalmente. Desde problemas asociados a lo sensorial, ruidos, temperaturas, sensaciones táctiles, olores, etc., hasta otros problemas derivados por la interpretación literal de sarcasmos, expresión corporal, dobles sentidos, en suma, algo que para la mayor parte de las personas es algo aprendido desde la infancia, para nuestros hijos es algo de difícil comprensión que genera un estado en ellos de rigidez continuada que les lleva a una tensión continuada y por tanto estados de emocionales que desembocan en crisis de ansiedad, depresión, frustración, etc.

Otras conductas.-

Colocar los objetos de la casa o los personales de determinada forma. En el baño, abrir y cerrar grifos, gastar el gel o el champú sin control, hacer ruido con puertas, cisternas del WC, etc., que les sigue generando más ansiedad y que si no sabemos conducirlos generan conductas desafiantes, que a los padres nos preocupan y nos descolocan, o bien una posición orientada a una soledad absoluta.

¿QUÉ HACER? SE PASA TAN MAL, que podemos caer en la DESESPERACIÓN y eso ¡¡nunca!! 

Sobre todo no os enfrentéis, ni los desafiéis...No presupongas que aunque ya se expresa mejor te desafía con "intencionalidad", PORQUE NO ES  CIERTO. Él o ella lo pasa también realmente mal. Por tanto consulta con el servicio de Salud Mental, su médico, que se le ajuste la medicación, y mucha paciencia, pero nunca le retes, ni le mientas, ni le amenaces.

Entiendo que entramos en una espiral de fármacos, de que para que tengan un bienestar deben tomarlos...Pero ¿quién es capaz de ver a su hijo sufrir? Desde luego yo no, y tienes que aceptar esta dura realidad donde el trastorno se manifiesta en su totalidad y con más virulencia, en la adolescencia y parte de la juventud.

SIEMPRE HAY ESPERANZA

No quiero acabar esta nota sin decir que siempre hay esperanza en todo lo que acontece en nuestras vidas y en la de nuestros hijos. Nosotros podemos comunicársela. Con paciencia, CON CARIÑO. Ante esos pensamientos negativos, repetitivos... Decirles con pocas palabras que todos (nosotros sus padres, sus hermanos....) también los tenemos. Por ejemplo "Ir a trabajar después del fin de semana", pero aprendemos a controlar esa rabia que nos puede dar y no por ello tenemos una conducta negativa. En fin, cada madre y padre puede ir buscando ejemplos de la vida diaria. Y ¡MUY IMPORTANTE! ENSEÑARLES A CONTROLAR esas emociones negativas. Decirles por ejemplo: "Mira hijo, sé que te da rabia, ira, ese pensamiento, a mí también me da esa rabia y tengo hasta deseos de decir improperios y gritar, lo que hago es pensarlos pero con los labios cerrados".

Y para poder nosotros comunicar esperanza y positividad, debemos intentar desvincularnos EMOCIONALMENTE de esa situación para poder AYUDARLES A ELLOS. Son ellos los que tienen autismo, tú como madre y como padre no debes "quedarte" en esa situación emocional que te puede producir el verle en ese momento de tensión, porque de lo contrario te "arrastrará" y caes en un pozo sin fondo. Tú debes intentar "salirte" para poder "sacar" a tu hijo-a.

Mucho ánimo y mucha fuerza que nos la da el AMOR QUE SENTIMOS POR ELLOS. ¡Guerra al desaliento y adelante!

Mª A. Guzmán,
maestra de infantil y primaria
AUTISMO, OTRA FORMA DE MIRAR