martes, 14 de mayo de 2013

CONCLUSIONES DEL IMFAR, SEGÚN DANIEL COMÍN, DE AUTISMO DIARIO

CONCLUSIONES DEL IMFAR, SEGÚN DANIEL COMÍN, FUNDADOR Y REDACTOR DE AUTISMO DIARIO.




Infinitas gracias, Daniel, por tener el don de la –casi- ubicuidad, y esa enorme capacidad de trabajo, y sobre todo, la generosidad de compartirlo :-)

PARTE 1

Conclusiones del International Meeting for Autism Research (IMFAR) 2013 – Parte I

Enviado por Daniel Comin on 8 mayo, 2013.

Si existe un evento de relevancia en el autismo, este es sin duda el International Meeting for Autism Research (IMFAR), donde se reúnen anualmente ellos mejores investigadores sobre los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Este año hemos tenido el privilegio que se celebre en la ciudad de Donosti (San Sebastián), y como es lógico no hemos dejado pasar la oportunidad de asistir a este impresionante evento. Debido a la extensión del citado evento lo vamos a publicar en varias partes.
Hacer un resumen sobre este evento es extremadamente complejo, no solo por la intensidad e importancia de las conferencias, sino también por la cantidad de las mismas, hasta 4 conferencias simultáneas, a cual más importante. La temática de las conferencias ha sido múltiple, abarcando la práctica totalidad de los aspectos relacionados con los TEA, desde genética, epidemiología, orígenes y causas, intervención, tecnología aplicada, medicación y nuevos fármacos, educación, morfología cerebral y estudios de imagen, empleo, infancia, edad adulta, aspectos éticos, biomarcadores, epilepsia, TDAH, sexualidad, impacto de los TEA en la mujer,…, además de los pósters sobre estudios o trabajos específicos. En resumen, un programa espectacular, pero que dada la simultaneidad de las conferencias se convirtió en una tarea imposible, cubrir todos y cada uno de los temas se convirtió en una labor colaborativa entre los asistentes, ya que entre conferencia y conferencia, había que dedicarse a compartir notas e impresiones con otros asistentes en una actividad frenética y rayando en la locura colectiva. A su vez, aprovechando las pausas los asistentes intentaban encontrar, entre los alrededor de 1.800 asistentes, a colegas a los que de otra forma es difícil poder ver en persona.
En esta crónica vamos a intentar desgranar de la forma más resumida posible lo más destacable de este congreso, principalmente en lo relativo a los últimos avances, nuevos descubrimientos, o los resultados de algunos de los estudios más relevantes. Debido a la naturaleza del citado evento, haré especial mención a algunas de las intervenciones, ya que merecen un detalle mayor, y en otros casos, seré algo más genérico, como en los aspectos de genética por ejemplo, fueron muchos pero también muy complejos, así que iremos a las conclusiones directamente. De otra forma sería inacabable.
Jueves 2 de Mayo
Tras las correspondientes charlas inaugurales dio inicio la primera conferencia a cargo de Gerry Fischbach, que nos habló en profundidad del trabajo de la Simons Foundation y los aspectos de la investigación, tanto en lo relativo a la genética como en el estudio de la fisiología del cerebro, que la citada fundación está promoviendo. Los últimos estudios nos dicen que hay alrededor de 1.000 genes implicados en el autismo. Este gran abasto es todo un desafío para los investigadores y especialista en genética, no solo por los factores genéticos heredados, también para las mutaciones de novo que se están identificando y que parecen tener relación directa con déficits propios del autismo. De igual forma, los estudios basados en tejidos cerebrales están sirviendo para entender mejor las diferencias que nos pueden ayudar a identificar nuevos caminos de investigación.
A continuación Christopher Gillberg, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), dio la conferencia titulada “How severe Is Autism. Really?”. Y durante su intervención Gillberg dijo cosas bastante impactantes, y expresó su punto de vista sobre la realidad del autismo. Quizá la cantidad de frases acuñables que lanzó durante los 45 minutos de su intervención no dejaron indiferente a nadie.
En primer lugar, Gillberg afirmó que del porcentaje de problemas que hay alrededor del autismo, realmente muy pocos tienen que ver realmente con el autismo. A su vez, incidió nuevamente en que muchos casos de diagnóstico temprano de autismo acaban desapareciendo. Esta afirmación se oyó mucho, y viene a confirmar lo que en la última década estamos observando. De hecho, según las investigaciones del Centro de Neuropsiquiatría Gillberg (GNC), en el Instituto de Neurociencia y Fisiología de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, donde trabajan investigadores centrados en autismo, TDAH, Trastorno de conducta de oposición desafiante, anorexia nerviosa, trastorno de desarrollo intelectual, trastorno del lenguaje, dislexia, epilepsia, paresia cerebral… han definido lo que denominan ESSENCE (Early Symptomatic Syndromes Eliciting Neurodevelopmental Clinical Examinations), afirman que alrededor del 10% de los menores de 18 años tienen algún tipo de desorden del neurodesarrollo. Esta afirmación realmente dispara todos los datos de prevalencia sobre trastornos del neurodesarrollo en la infancia. Pero también nos hablan de que no todo es autismo. Y que incluso, muchos diagnósticos tempranos de autismo se confunden (a pesar de que en la infancia los síntomas sean los mismos) con otros trastornos, algunos serán pasajeros, otros de por vida. Pero “autismo” no es un predictor de futuro, es una forma de denominar algunas conductas comunes en un grupo de población.
También nos habló de forma intensa de las comorbilidades en los TEA y de cómo afectan de forma negativa en el desarrollo del niño, complicando bastante la intervención en algunos casos. En el caso de las mujeres, se centró en lo tardío de los diagnósticos en mujeres, y viene a reafirmar las teorías de Attwood sobre el infradiagnóstico en mujeres. Las chicas reciben antes un diagnostico de depresión o ansiedad que de TEA. Sobre este particular preguntamos al Dr. Ami Klin, quien añadió “Todo lo que estamos aprendiendo acerca de las niñas con autismo muestra que son muy diferentes de los niños con TEA”.

Dificultades de aprendizaje no es discapacidad intelectual

Relativo a los aspectos genéticos y hereditarios de los TEA, Gillberg hizo hincapié en que muchos de los padres o madres de los chicos y chicas con TEA, también presentaron (o siguen presentando) problemas similares a sus hijos. Y a su vez, destacó la importancia de la formación e implicación de la familia en el correcto desarrollo de los niños con TEA. También afirmó que el autismo no se puede tratar solo con fármacos (ciertamente fue crítico con este aspecto), y que la probabilidad de que chicos con TEA o TDAH acaben con diagnósticos de depresión o ansiedad es excesivamente habitual.
Otro de los puntos tratados fue el relativo a las famosas dietas libres de gluten y caseína, “los hallazgos relacionados con los neuropéptidos no son concluyentes para autismo, ya que se dan en otros trastornos” sentenció Gillberg. Y sobre esto se habló y mucho durante el congreso, con exactamente la misma conclusión, no hay a día de hoy una relación causa efecto entre dietas y autismo.
En Suecia no ha variado la prevalencia del autismo en 30 años, ya que si aplicamos el modelo actual de diagnóstico de forma retrospectiva, no encontraremos diferencias sustanciales. Hay que dejar de tratar el autismo como algo único y aislado, y verlo en otro orden de magnitud, incluyendo la presencia, o no, de comorbilidades y los aspectos sociales. El diagnóstico precoz marca la diferencia.
Biomarcadores y Autismo: Una serie de conferencias que dejaron a más de uno tremendamente pensativo. Vimos las partes positivas y las negativas del uso de biomarcadores para un diagnóstico temprano -incluso prenatal- del autismo. Durante las exposiciones se alertó no solo de la extrema complejidad que tiene un diagnóstico de este tipo, ya que a día de hoy no existe ningún sistema que pueda diagnosticar autismo por una prueba médica o genética, sino de factores relacionados con las diferencias de género, ya que hoy sabemos que el autismo no se expresa exactamente igual en hombres que en mujeres. Se pretende que estos biomarcadores sean de utilidad en la detección y validación temprana del autismo, ya que a día de hoy tan solo disponemos de pruebas de tipo test y validación de conductas para poder realizar un diagnóstico válido, pero que a su vez, realmente no podemos dar una validación definitiva hasta alrededor de los 5 años de edad, ya que sabemos que se siguen dando a día de hoy muchos falsos positivos, en algunos casos podemos tener problemas relacionados con la edad del niño o la correcta identificación de los síntomas. Esto nos lleva a no poder tener diagnósticos definitivos hasta los 5 años y medio, y algo más en niñas.
Pero alrededor de los biomarcadores existen a su vez una gran cantidad de aspectos éticos relacionados que hay que tener en cuenta, se puede caer en el riesgo de la “patologización de la diferencia”, hecho que nos debe llevar a tomar en consideración de forma seria los aspectos que se unen al uso de biomarcadores, ya que pueden traspasar la frontera del diagnóstico para saltar al ámbito social, e incluso ser un potenciador de la exclusión social. Mucha mujeres abortan cuando las pruebas prenatales para Síndrome de Down son positivas, ¿qué pasaría en el caso de una prueba prenatal para el autismo? Este tipo de consideraciones éticas han de ser tomadas en cuenta, ya que no hay que dar etiquetas biológicas que puedan servir para segregar a la persona bajo un pensamiento determinista o reduccionista. Los biomarcadores deben servir para obtener los apoyos y comprensión social y un mejor acceso a los medios de atención temprana y de terapia.
Epidemiología: En las conferencias sobre el particular a destacar los datos sobre el estudio de prevalencia entre los niños que fueron concebidos por técnicas de reproducción asistida, donde en el caso que se conjugaban una mayor edad de los progenitores y técnicas de reproducción asistida parece existir una correlación que pueda aumentar el riesgo de autismo en la descendencia, aunque no queda demostrado que esto constituya per se una situación de causa efecto, se requiere una mayor cantidad de estudios y una muestra más amplia.
En el caso de los efectos de la exposición prenatal a los psicofármacos se vienen a dar nuevas evidencias que fortalecen la evidencia entre el consumo de este tipo de fármacos durante el embarazo y el autismo, en Autismo Diario ya hablamos sobre esto aquí.
También se incidió en los modelos usados para detección temprana (M-CHAT) y sistemas diagnósticos (ADI-R, ADOS), así como la necesidad de unificar criterios diagnósticos para ir reduciendo los falsos positivos.
En lo referente a epilepsia se presentó un estudio transversal para determinar la prevalencia de la epilepsia y las características clínicas de los niños con TEA y la epilepsia en una población de más de 6.000 pacientes. La prevalencia de epilepsia en niños con TEA con una edad de 2-17 años fue de 12,5%. La epilepsia se asocia con edad avanzada de los padres, sexo femenino, menor capacidad cognitiva, más pobre adaptación y funcionamiento del lenguaje, y una historia de regresión en el desarrollo. La disminución de la prevalencia como una comorbilidad de los TEA parece estar relacionada al propio modelo diagnóstico de los TEA, donde entran muchos más casos que antes. A su vez, los problemas de desarrollo intelectual en casos de la existencia de epilepsia, son mucho mayores en la población con TEA que en aquellos que no la presentan.
El plato fuerte vino de la mano de tóxicos ambientales, que aunque también se abordó el viernes, lo voy a agrupar todo aquí, ya que es un tema de por sí muy complejo.
Los pesticidas son sustancias químicas diseñadas para dañar a determinados seres vivos, generalmente insectos, y que suelen centrar su actividad en una alteración grave del sistema nervioso central, de tal forma que produzca la muerte.
Más del 98% de la población de los EE.UU. tenían niveles séricos detectables de varias clases de perfluorados según los datos de la encuesta NHANES (2003-2004). Algunos compuestos perfluorados han sido identificados como tóxicos para el sistema inmunológico humano y con afectación en el neurodesarrollo. Sin embargo, ningún estudio ha examinado la posible relación entre la exposición prenatal a los perfluorados y el riesgo de autismo. El objetivo de uno de los estudios presentados era determinar la asociación entre las concentraciones de perfluorados en muestras de sangre materna recogidos durante la mitad del embarazo y el riesgo de trastornos del espectro del autismo (TEA) en el niño. Para ello se tomaron muestras en el sur de California, con el fin de compararlos con los datos de la encuesta NHANES. Los resultados de los análisis fueron sensiblemente más bajos en la población objeto del estudio que en la encuesta NHANES, pero a su vez, la variabilidad de los resultados fue muy significativa en función de aspectos demográficos y diagnósticos, esta variabilidad sugiere la importancia de llevar a cabo nuevos estudios con más precisión, con el objetivo de poder ir mejorando la metodología empleada.
Otro de los estudios presentados se enfocó en el uso de piretroides y organoclorados (Estos últimos están prohibidos ya en una muy larga lista de países) de uso doméstico. Para ello se trabajó en tres escenarios: El primero se centró en mediciones objetivas de exposición. Por un aparte se midieron las exposiciones durante el embarazo a organoclorados, piretroides y otros pesticidas de una base de datos estatal. El segundo intentó replicar estos hallazgos en una muestra de casos y controles con la información más detallada de los factores de interferencia. Y un tercero midió los metabolitos urinarios de organofosfatos durante el embarazo y posteriormente a los niños. El objetivo del estudio era evaluar la relación entre el autismo y el uso de pesticidas domésticos y la evidencia de esta interacción. Los padres de niños con TEA tenían más probabilidades de usar este tipo de productos y a su vez, había cinco veces más probabilidades de que existiese una alteración ligada al gen MAOA en los niños expuestos a este tipo de pesticida. La evidencia de este estudio sugiere que los insecticidas piretroides constituyen un factor ambiental modificable que puede aumentar el riesgo de TEA, particularmente en individuos genéticamente susceptibles, pero la replicación en un escenario prospectivo se debe buscar.

En cuanto a escenarios generales sabemos que los aspectos ligados a la contaminación ambiental son evidentes, pero es muy difícil cuantificarlos. Los organofosforados fueron la respuesta de la industria a los pesticidas anteriores y de alta carga tóxica, pero en la actualidad están siendo prohibidos en casi todo el mundo. Luego vinieron los piretroides, pero también están siendo un nuevo problema. Los productos que actúan como disruptores endocrinos presentan un impacto en la salud y existe una fuerte evidencia sobre este particular. Este tipo de compuestos tóxicos son persistentes y bioacumulables, con lo cual sus efectos en el largo plazo son también difíciles de cuantificar. Aunque los estudios sobre el impacto de tóxicos en el neurodesarrollo están avanzando, aun falta mejorar los modelos de medición para obtener datos más fiables. Los últimos estudios nos dan la evidencia de que este tipo de tóxicos, no solo afectan al desarrollo intelectual, también afectan a nivel genético y epigenético. La probabilidad de tener un hijo con autismo aumenta cuando se vive en una zona donde se usan pesticidas.
Problemas de sueño: Este tipo de situación también se abordó en una exposición sobre un estudio, ya que a pesar de ser un problema muy común existen pocos datos sobre cómo afectan los problemas de sueño o cual es la relación de los mismos con los TEA. Se realizó un estudio sobre los problemas de sueño en niños con autismo en edad preescolar. Los problemas de sueño inciden directamente en la conducta del niño, pero también añaden un mayor nivel de estrés a la familia. No se sabe exactamente qué produce este tipo de problemas de sueño, que son muy habituales, pero generalmente acaban desapareciendo con el tiempo. Se necesitan más investigaciones para poder interrelacionar este trastorno de sueño con los aspectos conductuales y cómo la intervención impacta en este hecho.
Ansiedad: La presencia de episodios de ansiedad en niños, adolescentes y adultos con autismo es mucho más elevada que entre la población en general. Incluso, los hermanos de personas con autismo presentan un mayor riesgo de tener episodios de ansiedad y/o depresión que el resto de la población. Aunque este último dato requiere de mayor nivel de estudios, nos indica un aspecto de una posible relación genética entre este tipo de problemas de salud mental. A su vez, el tipo de manifestación de la ansiedad en la personas con autismo parece ser diferente en función de la edad. Mientras que en la infancia, los procesos de ansiedad suelen tener una relación directa con los problemas de comunicación y frustración, en la adolescencia, en casos de autismo de alto funcionamiento, los procesos de ansiedad parecen tener una mayor relación con los aspectos de la comprensión social.
Más información sobre las ponencias aquí (en inglés)


…………………………………………………………


 PARTE 2

Enviado por Daniel Comin on 13 mayo, 2013.


Tras la sesión del jueves el viernes fue también un día con múltiples platos fuertes, desde las sesiones de los grupos de interés que se iniciaron a las 7:30 AM, donde se llevaron a cabo encuentros entre diferentes grupos de especialistas para establecer modelos comunes en la intervención e investigación. A su vez, el programa, siguiendo con la intensidad que era de esperar nos dejó fuertes sensaciones.
Viernes 3 de mayo
En los grupos de interés que se iniciaron a las 07:30 AM se tocaron tres temas de gran relevancia y que deben de ayudarnos a mejorar la coordinación entre los diferentes grupos de investigación y trabajo sobre los Trastornos del Espectro del Autismo.
El grupo destinado a tratar temas sobre “Mujeres con Trastornos del Espectro del Autismo” se basó en intentar disponer de un consenso internacional para definir un fenotipo de los TEA en mujeres. Sabemos tanto de forma empírica como también en base a mediciones objetivas que existen diferencias entre hombres y mujeres en los TEA, y que estas diferencias pueden ser desde muy leves a extremadamente significativas. Sabemos que en el caso de varones, se ha observado que alrededor de los 6 meses de edad tienen un mayor tamaño del cerebro, cosa que no se da en mujeres. Sabemos también que muchos casos de Autismo o Asperger en mujeres se confunde con otro tipo de trastornos. Este tipo de diferencias de género no han sido bien estudiadas o clasificadas. El objetivo del grupo de interés es precisamente trabajar en la línea de mejorar de forma global el modo de entender los TEA en la mujer. Si están interesados en este tema les recomendamos visitar el blog que existe a tal efecto (En inglés) femaleasd.wordpress.com/

Paralelamente se llevaba a cabo la reunión del grupo “The Autism SMIG (Sensory Motor Interest Group)” donde desde el 2012 se fusionaron los grupos sobre aspectos motóricos y sensoriales, y que en el pasado IMFAR se convirtió en un solo grupo de interés. Este grupo tiene bastante importancia, ya que realmente los aspectos sensoriales y desordenes motóricos no han sido debatidos y estudiados en profundidad, aunque sabemos que existen factores relacionados con los desordenes sensoriales que son lo suficientemente importantes como para tomarlos en consideración. Lamentablemente no pude recabar información sobre la citada reunión, pueden revisar el enlace del programa oficial (Clic Aquí) pero tienen más información en la web oficial (que no aparece en el programa) y que como es obvio, también está en inglés sites.google.com/site/autismsmigs/  Es importante destacar que existe ya un consenso mundial en que las dificultades de integración sensorial formen parte ya del diagnóstico. Es decir, que lo que desde hace tiempo se viene tomando en consideración como un aspecto importante dentro de los TEA, es hoy ya algo aceptado entre toda la comunidad científica.

Quizá el grupo con el tema más controvertido era el encargado de temas legales, “Relationship Between Criminal Justice Policy and ASDs”, aunque a priori se pueda pensar que hablar de las relaciones entre las políticas de justicia penal y TEA no tengan mucho que ver, la verdad es que tienen más importancia de lo que pueda parecer a priori. En la investigación sobre autismo también hay aspectos legales que deben abordarse. A día de hoy no existen dato ciertos sobre cuántas personas con TEA se ven envueltos en juicios de tipo penal, pero lo cierto es que sí hay persona con TEA que pasan por procesos judiciales. En este aspecto hay que tener en cuenta diferentes aspectos que son básicos para obtener una justicia justa. Desde el momento de la detención de una persona con TEA hasta un interrogatorio, ya que son aspectos que pueden resultar fundamentales a la hora de una correcta defensa. En la película “Mi nombre es Khan”, hay una escena donde el protagonista es sometido a un interrogatorio y donde podemos apreciar la problemática que puede darse. A su vez, otro de los problemas es qué sucede cuando una persona con TEA es inducida a la comisión de un delito usando el engaño, o incluso, consideraciones al respecto de la inimputabilidad penal en determinados casos. A su vez, esto puede tener grandes implicaciones en los modelos legales que pueden mejorar la calidad de la defensa de una persona con TEA, sin por ello tener que dar consideración de favor, sino un trato justo bajo un modelo legal justo.

Y el último grupo de interés “Technology and Autism: Developing a Framework for Best Practice in Design, Development, Evaluation and Dissemination of Autism-Specific Technologies” centró su trabajo en los aspectos relacionados a la tecnología y su apoyo a las personas con TEA. Este grupo, en el que estamos integrados nosotros, lo que se pretende es crear consensos internacionales para definir los diferentes bloques específicos de tecnología y cómo llevar a cabo los desarrollos, de forma que se pueda trabajar desde un marco común. Sabemos que la tecnología está adquiriendo un peso muy grande en la intervención y mejora de la calidad de vida de las personas con Trastornos del Espectro del Autismo, y por eso mismo hay que llegar a acuerdos de consenso para poder definir las líneas principales, así como las metodologías destinadas a la mejora de los productos, o inclusive, a disponer mecanismos de evaluación que nos ayuden a poder clasificar adecuadamente cada producto, así como su eficacia. Este grupo interdisciplinar se divide a su vez en diferentes subgrupos en función de la especialización de cada uno de estos subgrupos. Es tal la importancia que entendemos que este aspecto tiene que es urgente poder disponer de criterios válidos que nos permitan ayudar y orientar a las familias y a los profesionales a la hora de seleccionar unas tecnologías u otras, de forma que se conviertan en verdaderas herramientas de utilidad y no en simples juguetes. Más información aquí www.clickeast.co.uk/imfar-2013/

A las 9:15 en punto (Hay que destacar la absoluta puntualidad con la que se desarrolló el programa durante los tres días) Dan Geschwind inició su ponencia “Advances in Autism: Genetics Filling the Empty Fortress” donde dio un repaso en profundidad a los aspectos relacionados con los avances en genética. Y es que a pesar de que los avances en genética están revolucionando nuestra comprensión, no solo del autismo, sino del funcionamiento de nuestro organismo, aun nos queda un largo camino por recorrer. Sin embargo, un aspecto que ha marcado la gran evolución de los estudios genéticos es sin duda la reducción del costo económico que estas pruebas tienen, hecho que ha permitido no solo aumentar el número de trabajos, sino popularizarlos mucho más, de forma que podamos obtener muchos más datos, ya que se requiere de una gran cantidad de ellos para poder disponer de una fuerte potencia estadística que nos ayude a mejorar aún más las actuales investigaciones.
Sabemos que a día de hoy hay más de mil genes implicados en el autismo, pero a pesar de este conocimiento a día de hoy solo se puede establecer una causa genética exacta en el 1% de los casos de TEA. Sabemos que existe un fuerte componente hereditario, pero cada día se descubren nuevas mutaciones de novo que también están implicadas. A través de los programas Autism Geneteic Resource Exchange –AGRE y de la Simons Simplex Collection se están combinando datos de tal forma que en los últimos dos años se han llevado más avances en este campo que en los últimos 30 años. Pero Geschwind hizo notar algo importante, y es que 100 niños con autismo representan 100 autismo diferentes, tal es la variabilidad y diversidad con la que hay que trabajar, todo un reto y un desafío a los investigadores. A pesar de que a día de hoy no existe ningún test genético fiable para detectar el autismo, hay cada vez más posibilidades de detección de estos patrones genéticos que pueden servir como indicadores. Pero comprender cómo determinadas mutaciones pueden causar alteraciones neurobiológicas o qué mecanismos moleculares están realmente ligados a los TEA, es de momento, un puzle no resuelto.
El trabajo con ratones está dando grandes pistas a los investigadores, tanto en la comprensión como en posibles tratamientos futuros, ya que a día de hoy ya se está trabajando con tratamientos experimentales en ratones para intentar revertir los efectos que algunas alteraciones de tipo genético producen. Sin embargo, a día de hoy aun no existe un consenso sobre cuántos trastornos conforman realmente el espectro del autismo, tanto desde el punto de vista genético como el psicológico.
Epidemiología: Nuevamente los aspectos epidemiológicos tomaron la sala principal del Kursaal, aunque la conferencia de Hertz-Picciotto se dio el viernes, dado que el jueves también habló sobre el particular, la información sobre esta ponencia la tienen en la Parte I.

En la conferencia “Perinatal Air Pollution Exposure and Autism, with New Results in the Nurses’ Health Study-2” también se habló de cómo la exposición a tóxicos ambientales durante la gestación aumenta el riesgo de autismo. Sabemos que la exposición a determinados metales (en niveles elevados) y a otros contaminantes afectan a nuestro sistema inmune, e incluso inciden en los procesos de regulación del calcio a nivel cerebral, y esta combinación actúa como un potente neurotóxico. Sabemos que no solo en autismo, también en la esclerosis tuberosa o el Síndrome de Timothy estos procesos de desrregulación del calcio son factores importantes asociados. La exposición al arsénico, el mercurio, el cromo, el tricloroetileno y el manganeso parecen estar relacionados, aunque en el caso del manganeso el estudio que se llevo a cabo en Jamaica parece descartarlo, con una mayor probabilidad de autismo. Un estudio bastante meticuloso, aunque también deja la duda sobre cual son los verdaderos factores relacionados en la incidencia de los tóxicos y su conexión con el autismo. El abasto de estudio es tan amplio que a pesar de que sabemos que la relación existe, aun no podemos afirmar con rotundidad qué tóxico produce qué, o incluso que pasa cuando se combinan entre sí, o cual sera la reactogenicidad de estos tóxicos sobre el organismo.
En la presentación del estudio “Evidence for Gestational Nutrition Influences On Autism Risk, with New Findings for Iron” se habló sobre los aspectos relacionados con la alimentación durante el embarazo, nuevamente se incidió en los problemas derivados de la carencia de ácido fólico (Más información sobre vitaminas y riesgo de autismo AQUÍ) y el riesgo de autismo. Para este estudio se trabajo con la información del proyecto CHARGE (Childhood Autism Risks from Genetics and Environment), donde se buscó de forma especial las carencias de hierro. En este estudio se incidió de forma intensa sobre los factores relacionados con la calidad de la alimentación y el aporte de vitaminas durante el proceso de la gestación y como determinadas carencias pueden ser posibles factores de riesgo en el autismo. Según otros estudios, en la primera la mitad del embarazo, se generan las bases nucleares del autismo, pero no está claro qué factores son los detonantes, o cuantos factores inciden, si son solo referidos a aspectos nutricionales, si son referidos a aspectos genéticos o a la influencia de tóxicos, o sencillamente una combinación de factores. Se piensa que os procesos de metilación durante el embarazo pueden verse afectados por productos tóxicos y que hay un momento determinante en la conformación del cerebro del bebé, siendo estas alteraciones otro de los aspectos que pueden influir en un mayor riesgo de autismo. En lo referido a los aportes de hierro durante el embarazo, los estudios estiman que hay una deficiencia de hierro en el 40% de las mujeres que participaron en el estudio, y que esta carencia puede inducir una mayor probabilidad de autismo. Hay que hacer mención a un reciente estudio publicado en Pediatrics sobre los niveles de hierro en niño (Que no en madres gestantes) y que fue publicado en noviembre del 2012 bajo el título “Iron Status in Children With Autism Spectrum Disorder” donde a priori se descarta que los niños con TEA sean propensos a presentar carencias de hierro, en contra de lo que se pensaba hasta la fecha.
A continuación la ponencia “Role of Infection and Immune Activation During Pregnancy in the Etiology of Autism” presentó un estudio danés de revisión donde se abordó la relación entre infecciones durante el embarazo y el riesgo de autismo. En la última década se han llevado a cabo diversos estudios relacionados y esta revisión nos aportó datos bastante interesantes y que quizá en algunos aspectos pudiese tener más relevancia de lo que a priori se pueda pensar. Durante la exposición se dieron datos basados en grandes poblaciones, de forma que se puede considerar que son muestras muy relevantes (entre ellas una cohorte de 100.000 mujeres embarazadas, y otra de 1,6 millones de niños, es decir, estudios basados en grandes masas de población). Desde hace tiempo venimos oyendo que si durante el embarazo la mujer padece algún tipo de infección viral, el riesgo de TEA aumenta considerablemente. Sólo unos pocos estudios epidemiológicos han investigado la asociación entre las enfermedades infecciosas específicas en el embarazo y el desarrollo del autismo. Estos estudios epidemiológicos han tenido limitaciones metodológicas, como la integridad y la validez limitada de los datos de exposición, y actualmente los datos a pesar de todo, siguen necesitando de una mayor profundidad en el análisis de los datos. a infección y la activación inmunológica durante el embarazo es posiblemente un factor etiológico importante en el desarrollo del autismo en ciertos individuos. La investigación futura más probable es que seguirá centrándose en cómo las reacciones inmunológicas específicas durante el embarazo están asociadas con el autismo, y con el tiempo la investigación se centrará más en la interacción entre la genética y las agresiones del sistema inmunológico. Estudios epidemiológicos futuros pueden beneficiarse de los datos validados sobre la exposición infecciosa. Pero algunos de los datos que nos aporta esta ponencia son por ejemplo: Hay un riesgo tres veces mayor de TEA si la fiebre en la madre persiste durante más de una semana durante el embarazo; La vacuna de la influenza no presenta un riesgo para autismo según el estudio danés; Durante el embarazo el feto recibe los anticuerpos de la madre, así como de la leche materna. ¿Hay algún anticuerpo que pueda ser dañino?; Diabetes tipo 1 y celiaquía, u otras enfermedades autoinmunes en los padres, pueden tener un mayor riesgo de autismo pero falta mejorar el estudio.
Quizá una de las afirmaciones que me gustaría resaltar, a nivel personal, es la relacionada con la transmisión de anticuerpos de la madre al feto, y posteriormente y a través de la lactancia al bebé. Este mecanismo natural es un sistema de protección contra enfermedades que la madre le da a su hijo, de forma que el sistema inmunológico del bebé se refuerce y adquiera las defensas necesarias para sobrevivir a este tipo de ataques biológicos. La cantidad de anticuerpos que un bebé recibe de su madre es inmensa (Además de imprescindible y necesaria), de hecho, es mucho mayor a los anticuerpos que el niño recibe a través de las vacunas, y sin embargo, a nadie en su sano juicio se le ocurre decir la lactancia materna produce autismo, pero sí se dice al respecto de las vacunas.
De forma simultánea se daban tres reuniones paralelas, a las que no pude asistir por motivos obvios, pero los resúmenes de la organización son bastante bueno, pueden acceder a ellos (en inglés, pero pueden usar el traductor de Google que da una buena calidad de comprensión) en los siguientes enlaces: Cell Biological Mechanisms, Stakeholder Experience y Neurophysiology : (1) Perception and (2) Measurements of Treatment. En la primera se hablaron de aspectos muy interesantes sobre la disfunción mitocondrial y los procesos oxidativos, aspecto que fue bastante debatido en diversas sesiones y charlas. Realmente falta aun bastante información para poder tener resultados concluyentes y ver hasta qué punto, este tipo de alteraciones están únicamente relacionados con el autismo o cual son los detonantes. En una conversación abierta y distendida (tomando café) durante la pausa entre un grupo de especialistas en bioquímica, se llegó a la conclusión de que este tipo de desordenes mitocondriales se encuentran en otros grupos de población que no tienen nada que ver con el autismo, pero no se conocen realmente las causas, aunque la hipótesis que barajaban era la de una relación directa con disruptores endocrinos. En la segunda reunión se abordaron temas de carácter social, de cómo las interacciones sociales inciden en la vida de las personas con TEA, haciendo especial referencia a los hermanos y compañeros. La tercera reunión estaba enfocada a aspectos de neurofisiología, y con exposiciones bastante interesantes, sobre uso de oxitocina, o de medición de las alteraciones sensoriales, entre otras.

En la siguiente sesión se abordó en la sala Autitorium un grupo de cuatro conferencias centradas en el cerebro y más en concreto del cerebelo. De hecho las diferencias neuroanatómicas del cerebro de las personas con un Trastorno del Espectro del Autismo cada vez están mejor documentadas, y quizá estas diferencias sean otra de las pistas que necesitamos para entender mejor los procesos que intervienen en el autismo, así como la etiología del mismo. En la primera exposición, con el título de “The Cerebellum and Autism: Imaging and Clinical Evidence” se mostró como las disfunciones en el cerebelo no son solo exclusivas del autismo, también están presentes en otros trastornos del neurodesarrollo, pero en el caso específico de autismo afectan a las zonas encargadas del procesamiento emocional y social. Durante la exposición “Integration of Molecular, Anatomical and Functional Roles of the Cerebellum in Autism Spectrum Disorders” se mostró el trabajo llevado a cabo en ratones, y de cómo los aspectos relacionados al procesamiento sensorial, cognitivo y motórico están relacionados con estas disfunciones del cerebelo en las personas con TEA. En los modelos ensayados en ratones (modificados genéticamente) se ha estudiado el papel que las neuronas de Purkinje tienen en este tipo de alteraciones relacionadas con los TEA, ya que se cree que la disminución de este tipo de neuronas en el cerebelo está relacionado con las funciones cognitivas, y en la última de las exposiciones, “Autism in Tuberous Sclerosis: The Case for the Cerebellum” también se habló de lo mismo, de como la disfunción en el cerebelo y las neuromas de Purkinje están relacionadas en el autismo. En la siguiente exposición titulada “Cerebellar Plasticity and Wiring Defects in a Rodent Model of Non-Syndromic Autism” y también basados en modelos murinos (hechos con ratones) se realizó un análisis detallado de un modelo de ratón de una forma no sindrómica de autismo asociado con una pérdida de función en neuroligina-3, un gen que codifica una molécula de adhesión sináptica. A su vez se comparó con formas sindrómicas (X-Frágil) para estudiar las posibilidades de reversión de los efectos que se producen por mor de estas alteraciones. Los resultados obtenidos en losratones knockout mostraron una conexión a nivel sináptico, tanto en el modelo sindrómico (X-Frágin) como en el modelo no sindrómico. Este tipo de fallo en la conexión del cableado cerebral está relacionado con una mutación que se encuentra relacionada con el autismo (Dentro del grupo de los 1000 genes relacionados).

Y durante las dos horas que duró la exposición sobre los aspectos relacionados con la fiosiopatología del cerebelo, también hubo de forma simultánea otras tres reuniones donde se llevaron a cabo diversas exposiciones. Nuevamente les remito a la web de la organización donde tienen los resúmenes de las exposiciones, que fueron un total de 21. Las que entiendo les resultarán más interesantes son las de Servicios, donde se tocaron temas de mayor interés para las familias. En la sesión Autism Pathways in Animal Models básicamente se habló de forma algo más detallada de lo mismo que en la sesión sobre el Cerebelo, quizá la única destacable sería la titulada “Gastrointestinal Symptoms and Probiotic Treatment in a Mouse Model of an ASD Risk Factor” donde básicamente se trató la posibilidad del uso de probioticos para la regulación de las alteraciones gastrointestinales. Y por último la sesión enfocada en aspectos conductuales con el título “Infant Cognition and Behavior”.

Y mientras en el Auditorium daba comienzo el simposio sobre TEA y TDAH, se llevaron a cabo no tres sesiones paralelas, ¡esta vez fueron 6! Asistí a la sesión “ASD and ADHD: Familially Related?” donde habían cuatro conferencias específicas sobre TEA y TDAH. Quizá fue un error escoger esa sesión, ya que al final no explicaron nada que no supiésemos y sobre lo que ya hemos escrito en Autismo Diario. Quizá destacar la diferencia en lo relativo a la comorbilidad TEA/TDAH, donde se hizo la diferenciación entre cuando el TDAH tiene más peso que el TEA, hecho que es un predictor real de un mayor nivel de dificultad en el desarrollo del niño que cuando esto es al revés. O de como las funciones ejecutivas se ven más comprometidas cuando se da la comorbilidad y por tanto aspectos relacionados con la Teoría de la Mente o los procesos de imitación están más comprometidos y por tanto generan un mayor nivel de dificultad. A su vez, nuevamente se expuso la teoría de que en muchos casos TEA y TDAH parecen situarse en el mismo espectro en los déficits comunes.
Y mientras tenía lugar el simposio sobre TEA/TDAH se llevaron a cabo 6 sesiones científicas (a las que no asistí), y nuevamente les remito a los enlaces de los resúmenes de la organización, y añadiré algunos comentarios relevantes que tras conversar con algunos asistentes a las citadas charlas pude obtener.
La sesión “Novel Methods and Paradigms for Studying Early Autism: A European Perspective” se basó en el programa europeo ESSEA (Enhancing the Scientific Study of Early Autism). La primera de las charlas se basó en un estudio británico sobre seguimiento ocular y aspectos sociales. Pueden encontrar información complementaria en la web del proyecto British Autism Study of Infant Siblings. La sesión “Mirror Neuron Functioning in Young Children with or At Risk for ASD” se basó en las neuronas espejo y las onda MU, ya publicamos información en Autismo Diario sobre lo mismo y pueden consultarlo AQUÍ. La siguiente sesión del grupo fue “Altered Modulation by Communicative Signals On Cognitive Performance in Children with Autism” donde nuevamente se habló sobre aspectos de contacto visual y de capacidad cognitiva. Y en la última sesión del grupo se trató el tema “Psychophysiological Responses to Direct Gaze in Children with Autism Spectrum Disorder” donde se presentó un trabajo relacionado con el déficit visual en el autismo, o del porqué no miran a los ojos a otras personas. Los resultados del estudio mostraron que la mirada directa provoca una mayor excitación en los niños con TEA. Podríamos, sin embargo, encontrar evidencia de que una mayor excitación a la mirada directa se asocia con la tendencia de evitación. En cambio, parece que los niños con TEA pueden carecer de la típica respuesta de enfoque relacionado a la mirada directa. Estos resultados están en línea con la hipótesis de que tener contacto visual con otra persona que no es motivador social para los niños con autismo. Estos resultados se discuten en relación con los estudios en curso en los niños pequeños con autismo. Sobre los aspectos relacionados con la visión tienen información complementaria en Autismo Diario.
La otra sesión se llevó a cabo bajo el título “From Genes to Behavior: Translational Approaches Towards a Mechanistic Understanding of Insistence On Sameness (IS) in Autism Spectrum Disorders (ASD)” donde se habló de aspectos conductuales. Entre otros del uso de fármacos en un proyecto de investigación con ratones y sus efectos en la conducta, o las alteraciones en los niveles de serotonina y nuevamente su estudio sobre ratones.
La otra sesión (muy interesante) se basó en la población adulta con TEA, con el título “30-Year Follow-Up of Autism in Adulthood” se llevaron a cabo cuatro exposiciones centradas precisamente en este aspecto tan importante. El primer estudio “Social Functioning of Adults with ASD: Results From a 30-Year Follow-up” se basó en una población de adultos con autismo de Utah (EE.UU.) y los datos del mismo son interesantes desde diversos puntos de vista. En la muestra de 305 adultos con autismo con una edad media de 35 años y que presentaron un nivel de Cociente Intelectual con un promedio bajo (Solo el 40% completaron la encuesta de CI). Los resultados relativos a la situación de vida fueron: 40% vive en casa con sus padres, el 8% vive en su propia casa de forma independiente, 5% vive en su propio hogar con apoyo, el 20% vive en una vivienda tutelada, y el 26% que vive en una zona residencial que proporciona cuidado y supervisión constante. En lo relativo a empleo, el 15% tiene un trabajo a tiempo completo, el 24% un empleo a tiempo parcial, el 24% tiene un empleo supervisado, el 19% están en un programa de talleres ocupacionales, y el 13% no tiene actividades reguladas. Aproximadamente el 80% estaban recibiendo una subvención por discapacidad. El segundo estudio “Comorbid Medical Conditions in a Population-Based Sample of Adults with ASD” pone de manifiesto los problemas de salud relacionados con las altas tasas obesidad, alteraciones del sueño, epilepsia, y estreñimiento. El tercer estudio “Psychiatric Co-Morbidity Among Adults with Autism Spectrum Disorder” se basó en las comorbilidades de tipo psiquiátrico presentes en las personas con TEA. Los estudios de niños y adolescentes con autismo han mostrado altas tasas de comorbilidad psiquiátrica, que implica con frecuencia más de un trastorno. Los resultados entre los estudios en adultos han sido variables, aunque la mayoría encuentra que la depresión y la ansiedad son comunes, especialmente en personas con autismo de alto funcionamiento o Síndrome de Asperger. Sin embargo, algunos estudios sugieren que la mayor incidencia comórbida de trastornos psiquiátricos que se encuentran en los niños con autismo no persiste en la edad adulta. En el último estudio presentado en la sesión titulado “Effect of Urbanicity On Adult Outcomes in Autism Spectrum Disorders” se abordó la diferencia entre el ámbito rural y urbano (De los EE.UU.), donde aunque no hay grandes diferencias en los datos globales sí se aprecia una mayor interacción social en el ámbito urbano (motivado por una cuestión de densidad de población) mientras que en el ámbito rural la integración laboral es mayor que en la ciudad.
Los temas sobre vida adulta y autismo empiezan a adquirir cada vez más relevancia (afortunadamente) y observamos algunos aspectos que merece la pena destacar. Por una parte vemos que en apenas un par de décadas la forma de abordar el autismo ha generado cambios muy importantes en el desarrollo de la persona. Empezamos a tener datos de cómo las nuevas generaciones de personas con autismo que tienen acceso a nuevos modelos de intervención desarrollan muchas más capacidades y reducen la brecha social. Vemos también como cada vez más, el porcentaje de personas a las que se les atribuía discapacidad intelectual asociada al autismo está cayendo de forma sostenida, del ya famoso 75% de personas con autismo más discapacidad intelectual a los datos actuales que nos hablan de menos de un 30%, y que parece haber un consenso que dentro de pocos años apenas será de un 3% en el conjunto general de población con un diagnóstico de TEA. Curiosamente este dato ya lo avanzamos en el año 2010 en un artículo de Autismo Diario titulado “Autismo, ¿dos caras o dos monedas?” y que en su día fue muy polémico. Sin embargo, las personas adultas con autismo siguen siendo un desafío pendiente, no solo en lo relativo a qué será de ellas cuando sus padres falten, sino en lo relativo al cumplimiento de sus derechos como individuos y la necesidad de darles un futuro digno.
La otra sesión que se llevó a cabo titulada “The Insula and Anterior Cingulate Cortex: Salience, Interoception, and Autism Symptoms” se basó en el papel de la ínsula y la corteza cingulada en el autismo. Al igual que en lo referido al cerebelo y otros estudios relacionados con el cerebro, hay que destacar la importancia que las nuevas técnicas de imagen por resonancia magnética están aportando. Sumado no solo a una mayor y mejor base tecnológica, sino también a la bajada del costo, que al igual que ha sucedido en genética, está suponiendo una oportunidad a realizar un mayor número de estudios.
En la sesión “Genomic and Systems Biological Approaches to Understanding Autism Spectrum Disorder” se llevaron a cabo cuatro presentaciones destinadas a ahondar en mayor detalle los aspectos relacionados con los avances en genética y los nuevos modelos de colaboración entre especialistas para mejorar las metodologías de investigación. A su vez se presentaron datos relevantes a los últimos avances. La información sobre el estudio en marcha basado en los datos de la Simons Simplex Collection y otros bancos de datos específicos en TEA están abriendo nuevas puertas a la identificación de los factores genéticos relacionados con los TEA.
Y la en la última sesión se habló sobre el Early Start Denver Model (ESDM) bajo el título “Beyond the RCT: Extending Delivery of the Early Start Denver Model in the Real World to Foster Best Practice” y los resultados eran los esperados. No hace falta extenderse demasiado para constatar lo que ya casi todos sabemos. Los niños que recibieron este método de intervención temprana mostraron grandes avances en su desarrollo, indistintamente de si el estudio se realizó en los EE.UU., en Australia o en Italia. Los resultados son muy similares, teniendo en cuenta que hablamos de niños de tres continentes diferentes y con aspectos socioculturales totalmente distintos. Incluso se observó que los niños con TEA participantes de los estudios presentaron patrones de aprendizaje no solo similares entre los grupos de investigación, sino también entre grupos de niños sin TEA. Estos datos vienen nuevamente a dar una mayor evidencia a lo que realmente ya sabíamos. Una intervención temprana de calidad es un predictor de futuro de calidad. Incluso en casos de niños con comorbilidades típicas en los TEA (Epilepsia o TDAH), la mejora que van a tener es tremendamente significativa. El ESDM es una metodología que está dando muy buenos resultados, aunque según las conversaciones que pude mantener con diferentes especialistas, no es la única, pero es muy adecuada para usarla en estudios científicos, ya que hace mucho más fácil las mediciones. Pero no significa que sea la única intervención temprana válida. De hecho, falta aumentar el abasto para dar un mayor peso a los aspectos de comunicación funcional y de regulación sensorial de los niños, aspectos que sabemos son básicos para un buen desarrollo. Este tipo de resultados tan positivos vienen a reafirmar que da igual dónde vivamos, o cual es el grado de afectación de un niño, lo importante es que en todos los casos, la intervención temprana va a dar siempre resultados positivos.




...................................................................................................................................
Y EL PRÓXIMO AÑO: EN ATLANTA, GEORGIA, EE.UU.



IMFAR 2014

IMFAR 2014
May 15 - May 17
Atlanta, Georgia, USA