Fuente: La
tribu de los superpapás.
Lo que el Estado roba a nuestros hijos, o el Estado del Malestar
Rocio | jueves, 17 de enero de 2013 | Etiquetas: concienciación, derechos, indignación, pelea
Hoy estoy indignada. Bueno, hoy y prácticamente todos los días. Basta
encender la radio, abrir un periódico o simplemente entrar en una red social
para desayunar cada día con noticias de recortes, corrupción, injusticia (y eso,
sin hablar de lo que pasa más allá de nuestras fronteras, que es para echarse a
temblar -pensando en la India, por poner sólo un ejemplo-).
Esta mañana he escuchado a Pepa Bueno decir que "si algo bueno ha traído la crisis, ha sido el fin de la inocencia": esa impunidad generalmente aceptada de saber que hay quien se enriquece aprovechándose de su cargo, en lugar de servir a los ciudadanos, que somos los que le hemos otorgado el poder que tiene.
Y es que es lo mínimo que puede pasar: que se pierda la inocencia. ¡Y ya era hora! Pero eso no es suficiente, porque mientras seguimos sentados en el sofá de casa, nos van quitando y quitando... no digo robando, porque se amparan en leyes y normativas, pero lo mismo valdría. Nos quitan derechos, conquistas sociales logradas tras años de lucha. En todos los sectores, pero especialmente en el de los más desprotegidos.
Esta mañana he escuchado a Pepa Bueno decir que "si algo bueno ha traído la crisis, ha sido el fin de la inocencia": esa impunidad generalmente aceptada de saber que hay quien se enriquece aprovechándose de su cargo, en lugar de servir a los ciudadanos, que somos los que le hemos otorgado el poder que tiene.
Y es que es lo mínimo que puede pasar: que se pierda la inocencia. ¡Y ya era hora! Pero eso no es suficiente, porque mientras seguimos sentados en el sofá de casa, nos van quitando y quitando... no digo robando, porque se amparan en leyes y normativas, pero lo mismo valdría. Nos quitan derechos, conquistas sociales logradas tras años de lucha. En todos los sectores, pero especialmente en el de los más desprotegidos.
Y retrocedemos como Sociedad, hacia el "Estado del Malestar", hacia la injusticia socialmente aceptada. Se diluye la línea de lo intocable, ante la excusa de que "todo está mal".
Hoy nos han informado de un nuevo varapalo en la prestación por cuidador no cualificado recogida por la Ley de Promoción de Autonomía Personal (lo que se conoce como "Ley de Dependencia"), con la entrada en vigor de un nuevo cálculo que reduce la cantidad, lo que supone rebajas de entre el 60% y el 90% (esto, en la Comunidad Valenciana). Para hacerse una idea: la persona dependiente (un "gran dependiente", con el mayor grado de discapacidad) que percibía en torno a los 450 euros, pasa a percibir 200 euros, si llega. O menos.
Pero no es el primer recorte: la paga de agosto, que pagaron a punto de empezar noviembre, ya llegó con un recorte del 15%.
Además, eliminaron la cotización a la Seguridad Social, que corría por
cuenta del Estado, de esos cuidadores, quedando desprotegidos. ¿Qué digo
desprotegidos? si para figurar como cuidador no cualificado y solicitar la
prestación, te obligan a darte de alta y pagar tu Seguridad Social, que no te
cubre los mínimos supuestos. Es decir, que si como familiar de una persona con
dependencia (hablo de hijos porque es lo habitual en nuestro colectivo, pero
bien pueden ser los padres) dejo mi trabajo y me acojo a la figura de cuidador
no cualificado, tengo que pagar mi seguridad social que ni se cubre con la
prestación que me dan. Es una vergüenza que la propia funcionaria del INSS te
sugiera que merece la pena darse de alta
como "empleada del hogar", que cuesta lo mismo y tiene mayor cobertura. Como lo lees.
¿Para qué se cree el Estado que necesitamos ese dinero? ¿para irnos de crucero? No, señores, para pagar terapias, para dedicar a las personas dependientes todo el tiempo y los medios posibles para ayudarles a desarrollar la mayor autonomía posible: a que sean MENOS DEPENDIENTES, mejoren su calidad de vida, y, a la larga, si quieren ver su propio beneficio, que su atención suponga un coste menor al propio Estado.
Que parece que nos suelten las migajas... pero sin el "parece".
¿Tiene el Estado en cuenta que esos "cuidadores no cualificados" son en su mayoría padres -más bien madres- que tuvieron que dejar de trabajar para hacerse cargo de un familiar dependiente y no tienen ingresos?
También ayer nos enteramos de que desaparece la gratuidad de los medicamentos para las personas con discapacidad.
Todo esto se une a tooodos los demás recortes, que por supuesto afectan a nuestros hijos como a todos los ciudadanos: en educación, en sanidad...
Para hacerse una idea, os recomiendo la lectura del blog de Cuca Da Silva, Pensando en imágenes, que ha escrito un post, ¿Fracaso en la atención a la diversidad?, sobre el boicot a la atención a la diversidad en el ámbito de la Educación.
En el diario 20Minutos han publicado un artículo sobre lo que supone para una familia española media la pérdida por los tributos y recortes: 8000 euros anuales.
Mientras, seguimos leyendo noticias sobre cuentas en Suiza, áticos de lujo, testaferros, financiaciones ilegales, sueldos millonarios, escándalos bancarios, etc. como si nada.
Pues es hora de levantarse del sofá y "empujar" todos en la misma dirección: cada recorte de un derecho, cada paso atrás, no se va a recuperar al mismo ritmo de la economía, va a suponer años.
Las personas con discapacidad no están pasando a ser ciudadanos de segunda, sino de tercera: bienvenidos al Estado del Malestar.
¿Para qué se cree el Estado que necesitamos ese dinero? ¿para irnos de crucero? No, señores, para pagar terapias, para dedicar a las personas dependientes todo el tiempo y los medios posibles para ayudarles a desarrollar la mayor autonomía posible: a que sean MENOS DEPENDIENTES, mejoren su calidad de vida, y, a la larga, si quieren ver su propio beneficio, que su atención suponga un coste menor al propio Estado.
Que parece que nos suelten las migajas... pero sin el "parece".
¿Tiene el Estado en cuenta que esos "cuidadores no cualificados" son en su mayoría padres -más bien madres- que tuvieron que dejar de trabajar para hacerse cargo de un familiar dependiente y no tienen ingresos?
También ayer nos enteramos de que desaparece la gratuidad de los medicamentos para las personas con discapacidad.
Todo esto se une a tooodos los demás recortes, que por supuesto afectan a nuestros hijos como a todos los ciudadanos: en educación, en sanidad...
Para hacerse una idea, os recomiendo la lectura del blog de Cuca Da Silva, Pensando en imágenes, que ha escrito un post, ¿Fracaso en la atención a la diversidad?, sobre el boicot a la atención a la diversidad en el ámbito de la Educación.
En el diario 20Minutos han publicado un artículo sobre lo que supone para una familia española media la pérdida por los tributos y recortes: 8000 euros anuales.
Mientras, seguimos leyendo noticias sobre cuentas en Suiza, áticos de lujo, testaferros, financiaciones ilegales, sueldos millonarios, escándalos bancarios, etc. como si nada.
Pues es hora de levantarse del sofá y "empujar" todos en la misma dirección: cada recorte de un derecho, cada paso atrás, no se va a recuperar al mismo ritmo de la economía, va a suponer años.
Las personas con discapacidad no están pasando a ser ciudadanos de segunda, sino de tercera: bienvenidos al Estado del Malestar.