martes, 30 de abril de 2013

El Síndrome de Asperger en la adolescencia.

Fuente: Yo aprendo (Chile).



"Los problemas para interpretar gestos y ademanes o para adaptar el tono de voz al mensaje que se quiere transmitir, la torpeza en el control postural o las dificultades para integrar la información en un todo coherente y significativo obstaculizan de manera significativa la fluidez, reciprocidad y dinamismo que caracteriza a las relaciones interpersonales, no son antipáticos o maleducados, sencillamente tienen una manera diferente de entender el mundo"


Muchas de las características definitorias del SA se hacen más complejas al llegar a la adolescencia. Además, el panorama se complica si tenemos en cuenta que algunas de las dificultades de estas personas son más fáciles de manejar en la infancia.
Las últimas investigaciones han demostrado que a partir de la adolescencia el riesgo de padecer alteraciones psicológicas como depresión, ansiedad u obsesiones aumenta notablemente en las personas con Síndrome de Asperger. Para ellas, la adolescencia es una época especialmente difícil, ya que en ese momento experimentan un mayor deseo de relación y necesidad de formar parte de un grupo, junto con una clara conciencia de las diferencias entre ellos y los otros chicos de su edad.


Durante este periodo, los chicos y chicas con Síndrome de Asperger se pueden mostrar excesivamente sensibles a las críticas y a las burlas de sus compañeros. Aunque los cambios físicos se producen a la misma edad que en el resto de los adolescentes, los cambios emocionales suelen mostrar cierto retraso; así, mientras que sus compañeros ya hablan de novias o de saltarse las reglas, ellos continúan queriendo sólo una amistad y muestran fuertes valores morales.














A pesar de ello, la adolescencia también trae consigo una mayor comprensión de las distintas situaciones sociales, mayor capacidad de reflexionar sobre distintos eventos y sobre uno mismo y mayor motivación hacia el aprendizaje y la superación de las propias limitaciones. En esta nueva etapa del ciclo vital el adolescente continúa presentando las mayores dificultades en las áreas de relación social, comunicación, flexibilidad y coordinación motora.
En el Síndrome de Asperger vemos que la adolescencia trae consigo:
§  Mayor tendencia a la soledad
§  Incomprensión
§  Depresión
§  Ansiedad
§  Retraso en cambios emocionales
§  Deseo frustrado de pertenecer a un grupo
§  Presencia de inmadurez en el plano emocional.
§  Presencia de reacciones emocionales desproporcionadas y poco ajustadas a la situación.
§  Intereses inmaduros y poco acordes con la edad (por ejemplo determinados dibujos animados, personajes de programas infantiles, etc.).
§  Mayor conciencia de diferencia y de soledad
§  Mayor vulnerabilidad a alteraciones psicológicas como la depresión, la ansiedad y el estrés.
§  Descuido de la higiene y el cuidado personal.
§  Aumento de las obsesiones y los rituales de pensamiento
§  Dificultades académicas. El rendimiento escolar en los cursos superiores se ve dificultado por:
1.     La lentitud al coger apuntes.
2.     Las dificultades para adaptarse a los frecuentes cambios de profesores, aulas, horarios, etc.
3.     Torpeza a la hora de elaborar planes de estudios y secuenciar sus tareas.
4.     Desmotivación hacia determinadas asignaturas.
5.     Dificultades para captar la idea principal de un texto y para seleccionar la información más relevante.

¿Que marca la diferencia?
§  Presencia de fuertes valores morales: Los adolescentes con SA suelen mostrar altos valores de lealtad, sinceridad, compañerismo y bondad, lo que les convierte en personas excepcionales y honestas, defensores de los derechos humanos y fuertes críticos de las injusticias que observan a su alrededor
§  Persistencia para alcanzar sus metas y objetivos.
§  Gran deseo de superación.
§  Personalidad sencilla, ingenua y “transparente
§  Ausencia de malicia y de “dobles intenciones
§  Mejor dominio de las reglas sociales básicas














Necesidades en la adolescencia
En los ciclos de educación secundaria y superior es importante tener en cuenta una serie de estrategias útiles que pueden facilitar tanto el éxito académico, como su integración social en su grupo de referencia, disminuyendo de esta manera el absentismo escolar, la desmotivación y el malestar que suelen expresar muchos de estos adolescentes cuando llegan a cursos superiores. Para facilitar la adaptación a las nuevas exigencias académicas y sociales es aconsejable tener en cuenta las siguientes orientaciones educativas centradas en el ámbito escolar (Asociación Asperger España (2007) Un acercamiento al Síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica):
§  Educar a los compañeros en el respeto, tolerancia y comprensión del joven con SA. Integración social
§  Enfatizar habilidades académicas sobresalientes
§  Motivarlos en actividades que refuercen su autoestima
§  Adaptar la metodología de la enseñanza: Proporcionarles adaptaciones no tanto de contenido como de metodología (más tiempo para terminar sus tareas y exámenes, posibilidad de exámenes orales, utilización de un ordenador con procesador de texto, potenciar la vía visual de aprendizaje, empleo de preguntas cerradas en los exámenes como los test de respuestas múltiples, tiempo extra para pasar a limpio los escritos, etc.).
§  Asignarles algunas tareas académicas en las que se puedan incluir sus temas de interés
§  Tener un tutor o profesor de apoyo
§  Prepararlo para la transición a la vida adulta

Conclusiones

El adolescente es capaz no sólo de captar el estado inmediato de las cosas, sino de entender los posibles estados que éstas podrían asumir. La conciencia de la discrepancia entre lo real y lo posible, contribuye a convertir al adolescente en un “rebelde”. Constantemente compara lo posible con lo real y descubre en lo real la multitud de las fallas latentes. Todo esto lo hace ser crítico y puede ser conflictivo ante los adultos. La aparición del pensamiento operativo formal (hipotético-deductivo) afecta también al adolescente en la idea que se forma de sí mismo. Comienza a dirigir sus nuevas facultades de pensamiento hacia adentro y se vuelve introspectivo, analítico y autocrítico. El concepto de sí mismo del adolescente fluctuará entre una enorme sobreestimación, con deseos y fantasías de ser una persona extraordinaria y por otra parte de un intenso menosprecio donde duda de sus aptitudes y habilidades al compararse con otros que toma como modelos a los cuales aspira imitar
Son consideradas como una de las tareas evolutivas importantes de esta etapa el aprender a percibir, modular y controlar la expresión de las emociones e impulsos. En la adolescencia temprana tiende a haber mayor labilidad emocional y descontrol de impulsos, en la adolescencia media es la etapa en la que los sentimientos experimentan su mayor intensidad y en la etapa posterior el adolescente irá experimentando una mayor profundidad y duración de sus sentimientos, así como irá desarrollando la responsabilidad, lo que implica pasar de sentirse “víctima” de las circunstancias a sentir un mayor autocontrol.

La etapa de la adolescencia es un breaking point para el Síndrome de Asperger, si ya para un adolescente es compleja, para ello es aún más, ya que estos cambios pueden dar lugar a graves consecuencias como son trastornos de ansiedad y depresión, su dificultad para ser empático, para ponerse en “el lugar del otro” hace que las conductas ajenas sean imprevisibles, carentes de sentido y, en general, imposibles de comprender y por consiguiente se dificulta esa integración al grupo de pares, tan importante en la adolescencia pues los ayuda a autoafirmarse e interactuar en un contexto más cercano a él. Los problemas para interpretar gestos y ademanes o para adaptar el tono de voz al mensaje que se quiere transmitir, la torpeza en el control postural o las dificultades para integrar la información en un todo coherente y significativo obstaculizan de manera significativa la fluidez, reciprocidad y dinamismo que caracteriza a las relaciones interpersonales, no son antipáticos o maleducados, sencillamente tienen una manera diferente de entender el mundo. La intervención en habilidades sociales desde edades tempranas, la preparación para los cambios físicos y psíquicos de la adolescencia, pueden ayudar a disminuir algunas de las consecuencias que esta etapa supone para el SA.