domingo, 11 de noviembre de 2012

Gunilla Gerland, adulta con trastorno del espectro autista – Asperger, testimonio contra los mitos del autismo.

MENCIONES A GUNILLA GERLAND EN EL BLOG DE ASPERCAN


Menciones a Gunilla Gerland, mujer con Asperger- autismo de alto funcionamiento, en el blog de ASPERCAN. from Paula Canarias


Nota en Facebook del grupo Plataforma Málaga Inclusión TGD /TEA.; traducción realizada por Eva Reduello Fernández.

This is a brief out-line of a speech I made in Switzerland at the annual meeting of Worldwide Autism Association, in August 1999

Living with an autistic disability

Discurso de Gunilla Gerland en Suiza en la reunión anual de la Asociación Mundial del Autismo, Agosto de 1999

de "Plataforma Málaga Inclusión Tgd/tea", el El Domingo, 11 de noviembre de 2012 a la(s) 16:00 ·
Esta es una breve reseña  de un discurso que dio Gunilla Gerland en Suiza en la reunión anual de la Asociación Mundial del Autismo, en agosto de 1999

fuente imagen: http://www.newsmill.se/artikel/2011/08/05/billigt-att-skylla-ut-ya-p-ensamst-ende-mammor
(Artículo escrito en 2011 por Gerland a raíz de los atentados de Noruega perpetrados por Breivick)

 Viviendo con una discapacidad dentro del espectro del autismo:

"Mi nombre es Gunilla Gerland y tengo 36 años. A los 29 años me diagnosticaron Síndrome de Autismo de Alto funcionamiento/Asperger.
Hoy en día  he alcanzado un alto nivel funcionamiento pero tuve grandes dificultades cuando era más joven.
Al principio mis padres pensaban que yo tenía problemas para contactar y comunicarme con ellos, sentían que no conseguían un contacto normal conmigo.

Por ejemplo, a menudo  cuando me  llamaban por mi nombre, yo no respondía. Pero  esto no se debía a  que tuviera ningún problema de audición (que fue lo que pensaron en un principio).  La verdad es que sencillamente con mi manera de entender las cosas, yo  no sabía que era tan importante mirar a la gente o  reponderles, cuando ellos me hablaban.

Tenía grandes rabietas, lo que  preocupaba mucho a mi madre, ya que mi comportamiento no tenía límites en situaciones sociales. Solía tirar cosas, dar patadas  y morder si alguien trataba de acercarse a mí.  Las demás personas me decían que no había "ninguna razón" para estos berrinches o que se desencadenaban por cosas sin importancia.
Sin embargo para mí, siempre había una razón que los provocaban aunque los demás no la entendiesen, podía ser por ejemplo que me asustase mucho por un sonido, o que las personas estuvieran haciendo cosas que yo no entendiese bien.

De niña estaba siempre muy  sola, no tenía amigos. Sin embargo esto no me  importaba demasiado.

Tenía dificultades para entender el mundo y esto si era muy frustrante para mí. El lenguaje por ejemplo: la gente siempre parecía decir algo distinto de lo que estaba diciendo y yo nunca "pillaba" el significado correcto.  Todas las palabras, dobles sentidos, expresiones...  eran muy difíciles de entender para mí y muchas veces terminaba malinterpretando las cosas.

Tenía muchos problemas de percepción sensorial, era muy sensible al tacto y los sonidos. Esto resultó  muy complicado para mí.
Mis habilidades motoras eran muy malas y me tropezaba, me caía, me resbalaba  siempre. En la escuela, las clases de educación física para mí era un infierno, yo siempre era la peor de todos en esta asignatura.

La escuela  fue una tortura para mí, nadie entendía mis problemas y sólo pensaban que era una alumna con mal comportamiento, mimada y malcriada. Siempre he oído decir de mí que era una niña difícil y diferente. Los demás niños se reían de mí, se burlaban y me pegaban. Sufrí acoso constante en la etapa escolar.

Era muy buena  en algunos aspectos del curriculum educativo  pero tenía grandes dificultades con otros, todavía hoy mi inteligencia es muy desigual. Soy muy buena en algunas cosas y  me pierdo totalmente en otras. Mis habilidades y talento para el lenguaje, la escritura y la lectura,  hacían pensar a la gente que yo era una  alumna brillante. Así que cuando me iba mal en los demás aspectos académicos, las personas llegaban a la conclusión  de que yo era una vaga, maleducada y malcriada. Estas son las cosas que se decían de mí  durante toda mi infancia.

Mi pobre sentido de la orientación también me afectó en la escuela; no podía encontrar el camino al comedor, o de regreso al aula. Cuando intentaba explicar a los profesores que no encontraba el camino, ellos no me creían y me decían " claro,  no puedes encontrar el camino que has recorrido cientos de veces". Así que tuve que desarrollar mis propias estrategias y empecé a seguir a mis compañeros de clase. Pero esto tampoco era sencillo, porque tengo un problema de reconocimiento facial llamado prosopagnosia.

Como ya he  explicado  la asignatura de educación física era horrible para mí,  me sentía  humillada al tener que  participar en actividades en las que no  podía tener éxito. Algunas veces me negaba a participar. Los profesores se molestaban mucho por mi comportamiento.

 Lo que también me causó grandes problemas en la escuela y aún lo hace a veces, es lo que yo llamo mi falta absoluta de conciencia del sentido de autoridad, con esto quiero decir que nunca he sentido o entendido que nadie tenga  derecho a decidir lo que yo debo hacer. Siento que nací sin esta capacidad o sentido, que yo realmente no entiendo que mis padres u otros adultos tenían ningún derecho a decirme qué hacer; pero para los demás esto siempre se ha interpretado como un deseo consciente de saltarme las normas y de provocación.

Otro de los problemas que he tenido y aún tengo, son los problemas con la automatización. Estas dificultades creo que no están bien descritas en la literatura científica sobre Autismo, ya que no creo que yo sea la única persona con autismo a la que le ocurra esto.
Habilidades que otras personas adquieren de forma natural gracias a su sistema nervioso, yo he tenido que "pensarlas" para poder hacerlas. Aprendí a nadar y a andar en bicicleta a la misma edad que los otros niños,  pero me llevó mucho más tiempo y esfuerzo conseguirlo que a un niño con desarrollo normal.  Algunas acciones, como cepillarme los dientes, todavía hoy no he conseguido automatizarlas a nivel motórico.

Mis  pobres habilidades de automatización motórica  se muestra en las pruebas/test, y ver los resultados de dichas pruebas realmente me  ayudó a  entender mejor por qué tengo  tantas dificultades.  Lo gracioso es que cuando se hace todo "como si fuera la primera vez" (que es  la manera de hacer las cosas cuando tienes pobres habilidades motoras automáticas) por lo general terminas  haciéndolo incluso mejor que otras personas - esto hace que sea aún más difícil de entender para los demás, las verdaderas dificultades que tenemos.

Después de la escuela traté de trabajar. No tenía ni idea de cómo comportarme socialmente en un trabajo así que no conseguía  permanecer en ellos por mucho tiempo. También me resultaba agotador tener que trabajar, no entendía por qué no era capaz de mantener mi puesto de trabajo.  Pasé largos periodos de baja laboral por problemas de salud mental, acudiendo a psiquiatría. 
Nunca me dieron un diagnóstico ni me explicaron cuál era la causa de mis problemas, en cambio me  sugirieron  que debía  acudir a  terapia psicológica.
Recibí terapia psicodinámica durante varios años, pero no  me ayudaron en nada, incluso me llegué a sentir muy ofendida por la incapacidad de los terapeutas psicodinámicos para escuchar lo que yo pensaba que eran mis verdaderos problemas. Los terapeutas estaban empeñados en explicar siempre todo lo que me pasaba, porque yo había crecido en una familia disfuncional o desestructurada.

Con el tiempo se descubrió  mi verdadero problema y recibí el diagnóstico. 
Esa es una de las mejores cosas que han pasado.
El diagnóstico también me puso en contacto con varias personas con diagnósticos dentro del espectro del autismo  y algunos de ellos se han convertido en mis amigos.

Lo que creo que es más importante es conseguir transmitir  a la gente la idea de que  hay demasiados mitos sobre el autismo y muchas ideas erróneas acerca de lo que el autismo "es en realidad".
La verdad es que el autismo es lo que se define en los criterios de diagnósticos y que las personas con autismo pueden ser muy diferentes entre sí - todos somos personas diferentes, personalidades diferentes, con distintas historias y experiencias, y esto debe ser entendido y respetado por todos."

Copyright 1999 Gunilla Gerland